Bernardo estaba acostado
viendo la tele en la noche
pensando un poco asustado
que vendría la muerte en coche.
¡Flaca, llévame a Francia!
le dijo Bernardo a la muerte
que traigo en el pecho un ansia
de ir a saber mi suerte.
La muerte río a carcajadas
y dejó a Bernardo asombrado
diciendo: por comer tus mermeladas
tengo el cuerpo intoxicado.
Bernardo está ahora triste
y baila en las noches danzón
dando a las hormigas alpiste
con la casera y su hijo guapetón.