V

Noche de luna llena. Apolo descansa tocando el arpa. Llega Cupido por la espalda. Toma su arco. Dispara. Apolo deja de tocar. Cupido lo mira sonriente y toma la forma de Dafne. Camina hacia Apolo y pasa ante él. Apolo mira la pálida figura de Cupido transformado en Dafne iluminada por la luna y el ondear de sus rojos cabellos.

APOLO: ¿Sueño?

CUPIDO: ¿Sueñas?

APOLO: Sueño, es un sueño. Sólo en sueños podría ver lo que veo.

CUPIDO: ¿Qué ves?

APOLO: Un espíritu. Piel de nieve, fría, pálida.

CUPIDO: Parece bello.

APOLO: Divino.

CUPIDO: ¿Puede existir?

APOLO: Luz de luna encarnada. ¿Quién eres? Dime quién eres.

CUPIDO: ¿Te refieres a mí?

APOLO: Ser de luz. ¿Quién eres?

CUPIDO: Dafne.

APOLO: Dafne. ¿Por qué Zeus, el padre de los dioses, permitió que surgieras en el cosmos? ¿Por qué tuve que verte esta noche de espíritus tristes? ¿Por qué me provocas esto que siento?

CUPIDO: ¿Qué sientes?

APOLO: La piel me llora, los poros se me han abierto. Mis dedos ruegan tocarte. Mis labios quieren probarte, recorrerte. ¿Quién eres?

Apolo camina hacia Cupido e intenta tocarlo, él lo evita.

CUPIDO: Dafne. Mi nombre es Dafne.

APOLO: ¿Quién eres que provocas tal efecto? Dime más de ti, háblame. Déjame escucharte.

Nuevamente intenta agarrarlo pero Cupido se aleja.

APOLO: Habla.

CUPIDO: …

APOLO: ¿Quién eres?

CUPIDO: Un sueño.

APOLO: Un sueño hermoso.

CUPIDO: (Sonriendo) Sólo un sueño.

APOLO: ¿Es posible enamorarse de un sueño?

CUPIDO: No, los sueños son una mentira.

APOLO: No es verdad. Mi corazón no estaría así si fueras una mentira, una simple imagen. Tengo un fuego, me quema.

CUPIDO: Eres el sol.

APOLO: Apaga este calor.

CUPIDO: ¿Quién soy para apagar el fuego del sol?

APOLO: Déjame tocarte.

CUPIDO: Soy blanca como nieve, el sol no puede tocarme.

APOLO: Tu cabello, tu cabello es de fuego, es parte de mí, puedo tocarlo. Une tu piel a la mía, no pasará nada. Sólo la satisfacción de dos deseos.

CUPIDO: ¿Dos deseos?

APOLO: ¿No me deseas?

CUPIDO: Sólo es deseable lo conocido. No te conozco.

APOLO: Yo no te conocía. Te veo y siento que el cuerpo me explota, el ansia me ahoga. Debo tocarte.

Apolo se acerca nuevamente. Cupido deja que lo toque.

APOLO: Suave. Tu piel…

CUPIDO: Ardes.

APOLO: Por ti.

CUPIDO: No sabes quién soy.

APOLO: Quien quiero.

CUPIDO: ¿Cómo puedes querer a alguien que no conoces?

APOLO: Me basta con mirarte. Ver tus ojos verdes, querer perderme en tu cabello, arder en él hasta consumirme. Soñar que tu piel es mía, cada parte de tu cuerpo. Tu piel blanca como luna.

CUPIDO: El sol y la luna son opuestos. No pueden estar juntos. Si los unes, uno elimina al otro.

APOLO: Estoy dispuesto a pagar el precio.

CUPIDO: ¿Seguro?

APOLO: Sí.

CUPIDO: Cierra los ojos.

APOLO: Quiero verte.

CUPIDO: No me veas, siénteme.

Cupido le cubre los ojos a Apolo con la mano y lo besa. Apolo queda paralizado. Cupido se aparta y se aleja sonriendo. Apolo reacciona, abre los ojos y ve que está solo. Busca y sale. Pasa el viento.