ESA MUJER QUE ME SEDUCE



A Leila Flores



Mirar tus piernas desnudas. Oír tus propuestas directas. Sentir tu aliento, tu mirada. Oler tu cuerpo en la cama. Saberte tan cerca, dispuesta...

Yo hombre, tú mujer.

Miedo. Sonrisas.

Es muy fácil huir, decir no y dar la vuelta. Pero no lo hago. Y si no lo hago es porque por dentro, muy dentro quizás, o no tan dentro, me ronda el deseo en la mente, en el alma, en el cuerpo y en el cuerpo sin alma. También.

La Felipe...

Sigo.

Saberte mía es idea que viene cuando olvido quién soy. No sucede a menudo, pero sucede.

Fantasía.

Por eso no huyo.

Porque la idea está presente. No lo niego. Pero lo evito.

Yo hombre, tú no hombre.

¿Entiendes lo que me pasa?

Eres la única con quien sería.

Y me da miedo.

Mucho.

Miedo.

¿Cómo funcionan las cosas en ti?

¿Cómo funcionan las cosas en ellas?

El desconocimiento me altera.

Todo el desconocimiento.

Todo.

El antes y el después.

¿Y si te gusta?

¿Y si me gusta?

No juegues conmigo. Mejor dejarlo así.

Mejor durmamos, duerme mientras te miro.

Yo me iré antes de que amanezca.

Pensando que he vencido esta noche. Pero sabiendo que es derrota tras derrota.


Mierda.