El Paco reporta.

Acá me tienen en Oaxaca la bella. Todo bien por ahora, disfrutando a mis papás, tíos, amigos, etc. Enterándome de cosas diferentes.
Resulta que doña Nata, mi tejatera favorita, se nos adelantó el 21 de noviembre producto de un tumor en el cerebro. Extrañeré su cara arrugada, las trenzas amarradas atrás de la nuca y sobre la cabeza, el mandil rosa a cuadros, la piel morena, su sonrisa, su voz pausada y sobre todo, el tejate maravilloso por el que tanta gente la quería. Una persona más que quedará en la memoria colectiva, bien por ella.
El mismo día de la muerte de doña Nata hablé con un amigo al que no había visto desde hace como 4 años. Y bueno, sigo sin verlo, sólo hablé por teléfono con él y me dio muchísimo gusto. Demasiado. Uno de esos amigos a los que se les aprecia y se les seguirá queriendo a pesar de la distancia. Fue un día extraño con las dos sensaciones, similar al cuando tuve un sexo maravilloso al mediodía y en la tarde me avisaron de la muerte de mi abuelo... "paqueli, experimentaste la muerte dos veces en el día" me dijo mi amiga Gaby.
El 23 tuvimos cena de amigos de la prepa. Bueno, antes fui a una boda con mi señora Paola y a la salida fuimos a la cena de amigos. Gracias a Paola llegamos tarde. Iba muy contento, vería a mis amigos otra vez y posiblemente en mucho tiempo. Pero durante la cena me fui poniendo medio melancólico, no sé, de esas cosas raras que pasan. ¿Será que mi faceta de Grinch es en verdad un mecanismo de defensa para evitar la nostalgia de estos días? Podría ser, sobre todo en este año en que no he disfrutado del todo mi "grinchidad". Los años anteriores me encantaba ser sarcástico en estas fechas; este año se ha plantado de forma diferente. No sé, a ver qué deparan los días.
La cena... muy bien, cenamos en casa de mi tía Judith. Mi mamá hizo el tradicional bacalao y sobra decirlo que le quedó muy bien. El resto de la cena la hizo al que hemos denominado tío Julio gritón, un amigo de mi primo Inti y bueno, se lució el muchacho. Terminada la cena llevé a mis papás a la casa y de ahí pasé por mi vieja la wera y fuimos a casa de mi hermano pues él cenó con sus amigos. Sólo un rato y decidimos salir de esa dimensión desconocida de artistas para ir a putear con los encueratrices del London, pero resulta que los encueratrices celebraron la navidad, así que no abrieron el London. Nos fuimos a La Costa y esa sí la abrieron, pero los puchachos no fueron a trabajar, sólo una vestida que hizo chou de Lucha Villa, así que ni nos terminamos nuestra chela y mejor nos fuimos a dormir.
Ayer hubo comida en casa de mi tía Estela, lo que indicó reunión de hermanos por parte de mi familia materna. Rama de la familia a la que no fuimos muy muy cercanos porque siempre fue la familia paterna la que rifó, pero eso no indica que a la materna no la queramos. Así que con harto gusto por el encuentro fuimos y me la pasé de pelos con mis tías y primos. Salí muy contento. Sólo faltó mi tío Mimo, pero para desagraviar invitó hoy a comer a su casa así que me retiro pues aún no me baño y hay que ir a la comida.
Por cierto, estoy enfermo, se me inflamaron las anginas. Todo gracias a salir sudado del London después de estar con la Faba y Leila y sin taparme, enfrentarme al frío repentino. Como sea, ahora se me dificulta tragar, así que ni hablar de felaciones profundas.
Espero que el que sea que lea esto haya tenido un año maravilloso y el que viene sea mejor... o como dijo Mafalda: ¿rezar no sabes?