CHOCOLATE

Mi hermana Judith se fue a estudiar a México, cada que viene la casa se llena de alegría. Algo muy presente que tengo es cuando vino en el día de muertos el año pasado (1994). Pusimos un altar muy grande, molimos chocolate, pero el chocolate estaba caliente y al hacerlo nos dimos unas quemadas bien chidas; lo hicimos mi abuelita, mi hermana y yo. Mi abuelita (materna) las hacía muy bien, mi hermana y yo las hacíamos normales, pero mi hermana, al ponerlas en el papel estraza se extendían. En cambio yo hacía unas bolitas a veces bien o muy chiquitas y sólo jugaba con el chocolate. A las bolitas les ponía caritas, las hacía chuecas (algunas), les ponía figuras, hasta que terminamos de hacer el chocolate, nos divertimos mucho. Ese día fue uno de los más divertidos de los que ha venido mi hermana.
.
Texto N.1
Francisco Reyes Ortíz
N/L 37
2 C.