MI VIAJE A JUQUILA

En las vacaciones de invierno mi mamá, mi hermana, mi abuelita, mi primo Neto y yo fuimos a Juquila. Es un pueblo muy bonito y pintoresco, es chico, pero aún así, agradable. Su virgen de Juquila es una gran atracción de la gente por sus milagros. El primer día que llegamos no había cuartos en cualquier hotel, hasta que por fin encintramos uno después de mucho caminar. La señora que nos atendía nos dijo que en el mero día de la fiesta no hay tanta gente como después, nosotros llegamos 3 días después en la noche, parecía un hormiguero, casi no se podía caminar. Después de encontrar el cuarto mi primo y yo nos fuimos a tirar cuetes. Como el cuarto estaba elevado, abajo había una casa y ahí nos sentamos a tirarlos. Ya llevábamos media hora cuando de repente algo empezó a golpearnos, yo creí que era mi primo que me estaba pateando, pero no era él, era una mano con un machete que nos estaba golpeando, que nos paramos y nos fuimos corriendo de ahí y nos metimos en el cuarto. El segundo día mi primo y yo fuimos al río. Estuvimos 3 horas botando cuetes y saltando por las piedras. Íbamos de regreso y llevábamos hambre cuando nos encontramos a unos niños comiendo guayabas y les dijimos que si nos daban una les dábamos dos cuetes, ya nos dieron unas y les dimos los cuetes, nos preguntaron si teníamos cerillos y si les prestábamos unos, les dijimos que sí y el niñito detuvo su cuete mientras lo encendíamos, pero con el cuete prendido en la mano el niño no lo botó y se quedo viéndolo, tuvimos que gritarle para que se animara a botarlo, pero explotó cuando apenas y lo logró botar. En la noche mi hermana, mi primo y yo fuimos a cenar tacos, de regreso pasamos por la iglesia a ver si ya había llegado mi papá, pues él se fue con mi hermano y otros señores caminando. Encontramos un papel que decía “llegamos a las 7:00” y nosotros creímos que de ese día. Fuimos a dejar el papel a la casa y fuimos a buscarlos. Después de una hora regresamos y nos dimos cuenta de que eran la “7:00” pero del día siguiente. Llegaron al otro día, oímos misa, paseamos un rato y nos venimos a Oaxaca.
.
Texto N. 3
Francisco Reyes
N/L 37
2º C