HERMANO MENOR


Mi hermano habita en la melancolía. Es un instante detenido, un tiempo robado. Es una mamila preparada, un pañal limpio, un bote de talco. Es tardes en un vocho rumbo a la Colonia Estrella. Es una colcha verde donde jugaba carritos mientras lo cuidaba. Es una cobija azul y un coso para calentar mamilas también azul.
Es no poder entender la pérdida, es simplemente dejar de estar y volverse preguntas. ¿Cómo sería? ¿Qué haría? ¿Qué diría? ¿Cómo habría sido si…? Es recuerdos que se pusieron en tierra pero no germinaron. Es estar en un cuarto con luz y perderla, no entender qué pasa y sólo tener que acostumbrar la pupila a nuevas luces y a otras miradas. Es una foto tamaño infantil en blanco y negro en brazos de mi madre, con los cachetes de familia. Es un abrazo de mi madre en el corredor del zaguán diciendo: tu hermanito se desangró. Y no saber en dónde dejo entonces esas ganas de jugar.
Mi hermano habita en la melancolía y todas las mañanas, regamos las plantas del balcón con añoranza.