EL
APRENDIZAJE LÚDICO COMO ESTRATEGIA DE CAPACITACIÓN
“Me lo contaron y lo
olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí.”
Confucio
Asegurar resultados implica contar con personal bien capacitado, con habilidades desarrolladas, autonomía para resolver problemas y responsabilidad en sus funciones. La práctica de capacitación del personal requiere analizar la realidad del mismo para identificar los factores que influyen en su trabajo y así generar aprendizajes efectivos.
Hoy en día, la capacitación prioriza las meras estrategias comunicativas como estrategias de aprendizaje, olvidando que las primeras son en realidad parte de las segundas. Se considera que el fin último de la capacitación es la mera información sin tener en cuenta factores cognitivos, afectivos, sociales, culturales, etc., para los que se necesita desarrollar otras estrategias.
En el mejor de los casos, las “dinámicas” quedan rezagadas a “juegos entre shots informativos para despertar al personal”. Se asume de inicio que la capacitación será larga, tediosa e incluso aburrida y que “algo” se deberá hacer para que el personal la soporte y antes de iniciar la batalla se está asumiendo como perdida. La tarea de capacitación no puede lograrse ni resolverse con simples métodos explicativos que no garantizan la formación de capacidades y habilidades necesarias para que el personal genere autonomía y sea capaz de dar solución a los problemas que se le presentan día a día en el trabajo.
En el mundo, la práctica docente ha realizado avances para activar la enseñanza que pueden ser considerados en las estrategias de capacitación y de esta forma asegurar personal que por sí mismo pueda dar resultados en el PDV incrementando el valor del negocio.
La propuesta: aprendizaje lúdico.
El aprendizaje lúdico enriquece la capacitación mediante un espacio dinámico y virtual que propicia lo significativo de aquello que se aprende al combinar:
- participación
- colectividad
- comunicación
- entretenimiento
- creatividad
- competición
- trabajo cooperativo
- análisis
- reflexión
- uso positivo del tiempo
- obtención de resultados en situaciones problemáticas reales
El resultado: un proceso de enseñanza-aprendizaje efectivo.
El juego ha formado parte de la vida desde tiempos remotos. Los animales aprenden a defenderse, cazar o luchar por medio del juego. Muchos juegos tienen su origen en ritos religiosos de las primeras civilizaciones que denotan una inclinación innata del hombre hacia ellos, lo que les hace ser parte de la idiosincrasia de un pueblo: son parte de la cultura.
Los juegos siempre han sido un método de enseñanza para entrenar a los niños en habilidades necesarias para realizar tareas de la vida cotidiana; ofrecen la posibilidad de practicar en situaciones reales, convertirse en un ser activo, ser creativo y sentirse en un ambiente cómodo y enriquecedor que proporciona confianza para expresarse.
Johan Huzinga afirma que el hombre es un animal que ha hecho de la cultura su juego y que está agradablemente condenado a jugar. Al analizar los rasgos del juego, aporta un nuevo elemento del mismo: la dualidad. El juego es irracional porque abarca al mundo animal y al mundo humano, corroborando constantemente su existencia en la vida de ambos mundos, sin embargo, el juego es más que un fenómeno fisiológico o una reacción psíquica condicionada, es también una función llena de sentido. Todo juego significa algo. Esto se cumple sin base en alguna conexión racional, pues al jugar, sabemos que jugamos, somos más que seres de razón.
Estudios sobre psicología cognitiva demuestran el valor del juego como potenciador del aprendizaje y de la adquisición de conocimientos, que se definen como la elaboración permanente del pensamiento individual en continuo cambio por la interacción con el pensamiento colectivo. El juego contribuye al desarrollo de los participantes en el plano intelectual-cognitivo, en el volitivo-conductual y en el afectivo-emocional.
Sin embargo, es necesario no confundir el aprendizaje lúdico con juego. El juego es lúdico, pero no todo lo lúdico es juego; lo lúdico es también imaginación, motivación y sobre todo, estrategia didáctica.
La palabra “estrategia” procede del griego (stratos: ejército y agein: conducir) y significa “el arte de dirigir operaciones militares”. Actualmente ha perdido la connotación militar quedando como las actuaciones realizadas para lograr un objetivo o resolver un problema. En el ámbito educativo, estrategia refiere a los procedimientos necesarios para procesar la información: adquirir, codificar o almacenar y recuperar lo aprendido; es decir, vincula las operaciones mentales con el fin de facilitar o adquirir un aprendizaje.
La importancia que en la actualidad tienen el componente lúdico y el componente estratégico se debe a que ambos favorecen el aprendizaje eficaz, facilitando su proceso y mejorando las capacidades y habilidades de los participantes acorde a la formación integral del ser humano.
EL APRENDIZAJE LÚDICO
El aprendizaje lúdico se basa en los principios didácticos de Stocker, K.:
1. Carácter científico. Toda enseñanza tiene un carácter científico apoyado en la realidad.
2. Sistematización. La realidad es una, forma un sistema y se divide de acuerdo con el objeto de estudio sin perder su carácter sistémico. En el proceso educativo los conocimientos se planean y estructuran de manera que el “estudiante” los integre como un todo.
3. Relación entre teoría y práctica. Los contenidos son teóricos, pero para su asimilación se requieren actividades prácticas.
4. Relación entre lo concreto y lo abstracto. Los “estudiantes” hacen abstracciones mediante la observación directa o indirecta de la realidad en procedimientos que incluyen explicaciones, observación, interacción y retroalimentación.
5. Independencia cognitiva. Aprender a aprender es el carácter consciente y la actividad independiente de los “estudiantes”.
6. Comprensión o asequibilidad. La enseñanza es comprensible y posible de acuerdo con las características individuales del “estudiante”.
7. De lo individual y lo grupal. Se conjuntan los intereses del grupo y los de cada uno de sus miembros para lograr objetivos propuestos y tareas de enseñanza.
8. Solidez de los conocimientos. Trabajo sistemático y consciente durante el proceso de enseñanza en contra del olvido
A partir de estos principios, en el aprendizaje lúdico se desarrollan estrategias directas e indirectas:
DIRECTAS:
- Estrategias nemotécnicas: para adquirir conocimiento o ser capaz de repetir actividades eficientemente.
- Estrategias cognitivas: se utilizan como instrumento de generación de conocimientos; permiten deducir, inferir y formular hipótesis.
- Estrategias comunicativas: permiten una comunicación real entre participantes y entre facilitador y participantes.
- Estrategias compensatorias: por medio de la evaluación, se confirma el aprendizaje y se corrige lo necesario
INDIRECTAS:
- Estrategias metacognitivas: se interiorizan y transfieren los conocimientos para volverlos significativos, porque el juego permite experimentar, probar, investigar, ser protagonista, crear y recrear.
- Estrategias afectivas: se manifiestan los estados de ánimo y las ideas propias, lo que conlleva al desarrollo de la inteligencia emocional. La necesidad incide en la motivación y, cuanto más motivado esté un participante, más aprovechará los recursos de los que dispone, más estrategias utilizará para conseguir su objetivo, generará mayor confianza y aprenderá mejor y más rápido.
- Estrategias sociales: al programar los contenidos estratégicos se tiene en cuenta la variedad de participantes con diferentes estilos de aprendizaje, necesidades y culturas. Se logra que el participante tenga diversas perspectivas del mundo y se integre a los espacios sociales que se le presentan.
El
proceso de aprendizaje se individualiza permitiendo a cada estudiante trabajar
con independencia, promoviendo la colaboración y el trabajo en equipo,
estableciendo mejores relaciones con sus iguales, aprendiendo más y con
motivación, aumentando la autoestima y contribuyendo al logro de habilidades
cognitivas y sociales más afectivas y efectivas. Cuanta más autonomía se tenga
en el aprendizaje, se alcanzarán mayores competencias. Cuantas más estrategias
de aprendizaje se utilicen, más autónomo se llegará a ser.
LA CAPACITACIÓN LÚDICA
Con base en los principios del aprendizaje lúdico se ofertan capacitaciones lúdicas, cuyos componentes principales son:
PARTICIPANTE:
la complejidad del trabajo se centra completamente en él. Debe hacerse
responsable de su proceso de aprendizaje para poder desarrollar autonomía. Esto
le ayuda a ser consciente de los recursos que tiene a su disposición y puede
así usar los que considere convenientes en casos específicos. Debe ser activo y
participativo; autoevalúa su propio proceso de aprendizaje teniendo en cuenta
sus necesidades, intereses y objetivos.
FACILITADOR:
a diferencia de un capacitador convencional, su papel es generar una
experiencia en un ambiente estimulante y positivo; planifica las actividades,
monitorea y detecta las dificultades y los progresos y al final evalúa y hace
los ajustes convenientes. Pierde el protagonismo que tiene un capacitador al no
ser el centro de la capacitación ni un mero impartidor de contenidos.
ESPACIO:
en él se realiza una oferta lúdica cualitativamente distinta, con actividades didácticas, animación y pedagogía activa. La comprensión de un contenido es sencilla cuando el participante está en contacto con el mundo que lo rodea de forma atractiva y divertida. En el espacio se establecen reglas libremente aceptadas pero obligatorias que tienen un fin y van acompañadas de un sentimiento de tensión y alegría, así como de una conciencia de diferencia con la vida cotidiana.
La
capacitación lúdica se desarrolla en una dinámica que articula estructuras
psicológicas, cognitivas, afectivas y emocionales mediante la socialización,
estructurándose en tres momentos definidos:
PLANIFICACIÓN –
IMPLEMENTACIÓN – EVALUACIÓN
Planificación:
considera todas las variables posibles y se elabora conforme a objetivos. ¿Qué
tipo de perfil es? ¿Cuáles son sus funciones? ¿Qué es lo que se espera de él?
¿Cómo se va a conseguir? ¿Qué ha recibido? ¿Qué más va a recibir? ¿De qué forma
se estructuran cada una de las actividades en un todo?
Implementación: se aplica mediante revisión. Se revisa la respuesta de los
participantes, la eficacia de las actividades, el desarrollo de las mismas. Se
mantiene siempre abierta a cambio.
Evaluación: los participantes evalúan la dinámica con base en su propia
experiencia y el reconocimiento de sí mismos en ella. Hacen propuestas de
mejoría y se vuelven gestores de su propio aprendizaje. El facilitador evalúa a
los participantes para detectar áreas de oportunidad y generar propuestas de
corrección hacia ellos y hacia la dinámica.
En la
capacitación lúdica, la dinámica deja de ser “actividades para despertar o
llenar tiempos” y se convierte en la articulación total de la experiencia, causando
un movimiento en el personal que va de un “estado primario” a un “estado ideal”.
El valor del aprendizaje lúdico como estrategia de
capacitación radica en:
- Permite un aprendizaje centrado en el proceso, en el desarrollo de capacidades o habilidades y en la adquisición de conocimientos.
- Permite mayor independencia pues su objetivo es ayudar al personal a controlar su aprendizaje para saber gestionarlo en el PDV.
- Ayuda a solventar problemas comunicativos o relativos al propio proceso de aprendizaje. Crea una necesidad real de comunicación con la que el personal tiene la oportunidad de poner a prueba sus conocimientos y poner en práctica tanto las destrezas de expresión como comprensión oral y escrita con todas las dificultades que conlleva.
- Crea un ambiente relajado y más participativo. El personal mantiene una actitud activa y se enfrenta a las dificultades de manera positiva, disminuyendo la ansiedad, adquiriendo más confianza en sí mismo y perdiendo el miedo a cometer errores. La sorpresa, la risa y la diversión provocan el interés del personal en la actividad que se está realizando.
- Se utiliza para introducir contenidos, consolidarlos, reforzarlos, revisarlos o evaluarlos.
- Activa la creatividad del personal al inventar, imaginar, descubrir o adivinar con la finalidad de activar estrategias para superar retos y resolver problemas que se plantean en cada actividad. La creatividad, a su vez, estimula la actividad cerebral mejorando el rendimiento según los principios de la psicología del aprendizaje.
- Desarrolla actitudes sociales de compañerismo, cooperación y respeto al usar la personalidad e intervenir como individuo que pertenece a una cultura
La
realidad de las capacitaciones hoy en día es personal que se sienta por horas a
tomar apuntes de información que se les comparte de buena o mala forma; apuntes
que en el mejor de los casos lograrán recordar y difícilmente implementar
porque no los incluye.
Las jefes esperan resultados cuestionando por qué no se logra cumplir los objetivos si la información necesaria ha sido compartida. El personal pierde motivación porque no ve crecimiento profesional ni personal. La mayor cantidad de problemáticas laborales radican en la falta de habilidades humanas, falta de gestión del conocimiento y falta de definición de procesos.
Apostar por la búsqueda de nuevas y mejores estrategias de
capacitación que consoliden el trabajo es el reto, sobre todo cuando la capacitación se entiende como un shot de inicio, una especie de On Boarding a perfiles pero pierde de vista el seguimiento y la evaluación.
A pesar de los beneficios del aprendizaje lúdico como estrategia de capacitación, el problema parece ser otro: cómo incluirlo, si es rentable o no, si se implementa de forma aislada o a través de otras actividades, si los capacitadores pueden dar el paso para convertirse en facilitadores, si el personal que maneja al personal puede integrarse a esta forma de trabajo, los recursos que implica llevar a cabo capacitaciones lúdicas, si se reducen costos o se incrementan, si son un gasto o valor agregado.
Lograr poner cada cosa en su caja correcta ayudará a mejorar la visibilidad y permitirá un mejor crecimiento del factor humano, sin el cual, ningún negocio podrá desarrollarse.
A pesar de los beneficios del aprendizaje lúdico como estrategia de capacitación, el problema parece ser otro: cómo incluirlo, si es rentable o no, si se implementa de forma aislada o a través de otras actividades, si los capacitadores pueden dar el paso para convertirse en facilitadores, si el personal que maneja al personal puede integrarse a esta forma de trabajo, los recursos que implica llevar a cabo capacitaciones lúdicas, si se reducen costos o se incrementan, si son un gasto o valor agregado.
Lograr poner cada cosa en su caja correcta ayudará a mejorar la visibilidad y permitirá un mejor crecimiento del factor humano, sin el cual, ningún negocio podrá desarrollarse.